Mi vocación personal me llevó a la psicología y la experiencia profesional me acercó a las estrellas…

Mi enfoque se basa en la terapia «Gestalt» una palabra alemana sin traducción exacta, que se comprende como «forma» pero orquestada y personalizada para ti según sea tu naturaleza interna desde tu nacimiento; por tu signo zodiacal.

Hemos enriquecido para ti el enfoque Gestalt, desarrollado tras la segunda guerra mundial por el doctor en medicina y psiquiatría Fritz Perls y su esposa Laura, psicóloga, a partir de elementos del psicoanálisis, el existencialismo, la psicología humanista y el psicodrama con la astrología. Tú podrás beneficiarte de esta terapia personalizada para ti según sea la naturaleza astral de tu niño o tu niña interior.

La Terapia Gestalt de Perls consideraba que los conflictos psicológicos tienen su raíz en una falta de iniciativa de las personas para integrar distintas partes de su personalidad en un todo saludable. El enfoque Gestal complementado con la astrológía considera que la «forma» natural (la personalidad desnuda) queda incompleta a causa de la falta de oportunidades para manifestar la naturaleza astral innata del individuo. Por ello los conflictos que arrastramos tendrían su raíz en gestalt no cerradas: situaciones, emociones y circunstancias que quedaron sin resolver para nuestro peque interior y que se repiten o se presentan bajo distintas apariencias y de una manera u otra y no nos permiten el total bienestar y desarrollo personal, ocasionadas por una falta de manifestación del ser energético interior, mientras permanecemos acomodados en patrones inconscientes y repetitivos. Es por ello por lo que necesitamos sacar a nuestro peque interior con su naturaleza astral original, para que acabe manifestando su naturaleza interior creativa, auténtica y resolutiva.

A través de nuestra propia naturaleza creativa interior podemos llegar a integrar esas partes separadas en un todo y prevenir que no nos vuelva a suceder esa separación interna. Esta es la clave para ir cerrando las formas abiertas y conseguir que nuestros patrones se transformen, creando un modelo de pensamiento inherente a nuestra propia naturaleza interior, más consciente y libre.

Conocer al peque que llevamos dentro es reencontrarse con nuestro ser más auténtico dejando atrás a la falsedad adulta, desnudando a ese idiota «adulto» al que le permitimos tomar el control haciéndonos sufrir constantemente.